Factores
de riesgo, hábitos saludables
y
algunos síntomas que requieren consulta ginecológica
En España se diagnostican unos 3.300 casos anuales de
esta patología, lo que representa el 5,1% de los cánceres entre las mujeres;
por detrás de los de mama, colorrectales y de cuerpo de útero. La incidencia
en nuestro país se puede considerar alta, con un ascenso lento pero
constante desde los años 60.
El cáncer de ovario es un tumor propio de las edades medias de la vida. La
mayoría de los casos se diagnostican entre los 45 y los 75 años. Hay un
número significativo de casos desde los 30 años, y no es infrecuente
diagnosticar tumores en jóvenes desde los 15.
No existe actualmente ningún método eficaz que facilite el diagnóstico
precoz, por lo que hasta el 75% de los casos se presentan en fases avanzadas.
Entre un 5 y un 10% de los tumores de ovario se atribuyen a factores
genéticos heredados. Una historia familiar de cáncer de mama, ovario,
endometrio o colon aumenta el riesgo de padecer cáncer de ovario. Lo mismo
sucede en mujeres portadoras de una mutación en el gen BRCA1 o BRCA2.
Los tratamientos hormonales previos también son un importante factor a
tener en cuenta: mientras que los anticonceptivos orales (OC) protegen contra
esta enfermedad (se estima hasta un 50% menos de incidencia en aquellas mujeres
que han tomado anticonceptivos 5 o más años), la terapia hormonal
sustitutiva (THS) administrada durante la menopausia parece que aumenta el
riesgo. Los datos son aún contradictorios en aquellas mujeres que han recibido
tratamientos para aumentar la fertilidad.
Otros factores de riesgo son la ausencia de embarazos y el sobrepeso. Según
estudios recientes, el tabaquismo también aumenta el riesgo de padecerlo.
Los embarazos y la lactancia protegen del cáncer de ovario, y en menor
medida también son protectores el ejercicio moderado y seguir una dieta pobre
en grasas animales y rica en frutas y vegetales, especialmente los que
contienen carotenoides y fitoestrógenos.
Actualmente, se llevan a cabo estudios de screening en poblaciones en las
que existe un alto riesgo de desarrollo de la enfermedad, como es el caso de
las mujeres con uno o más familiares de primer grado con cáncer de ovario
(madre o hermana) o pacientes con antecedentes personales de cáncer de mama.
Es importante que consultes con tu médico si aparece cualquiera de los
siguientes síntomas y perdura en el tiempo:
*Hinchazón o aumento del diámetro abdominal.
*Dolor pélvico o abdominal persistente.
*Dificultad para comer o sensación de plenitud continua.
Debido a las características especiales del cáncer de ovario, ante la
sospecha de su existencia es obligado intervenir quirúrgicamente a la
paciente para:
• Confirmar el diagnóstico de
la enfermedad.
• Conocer cuál es el tipo de
tumor y su extensión.
Además de servir para el diagnóstico esta intervención ya supone el
tratamiento quirúrgico de la enfermedad. En función de los hallazgos de la cirugía,
será necesario complementar el tratamiento con quimioterapia.
Dra. Ángela Escobar
@GinecoLogica
El 8 de Mayo es el Día Mundial contra el Cáncer de Ovarios